Con las peticiones recibidas a través de las redes sociales de la Arquidiócesis y una misa en memoria de aquellos niños que por diferentes circunstancias no llegaron a ver la luz, Mons. Luis Gerardo Cabrera, Arzobispo de Guayaquil y Mons. Giovanni Picciolli, bendijeron el acto de sepultura de 11 nonatos y neonatos, cuyos cuerpos fueron entregadas por diferentes hospitales y clínicas a la Arquidiócesis de Guayaquil o a los cementerios de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, instituciones que por segundo año consecutivo se sumaron a esta iniciativa del movimiento católico “Bebés en los corazones de Jesús y María”.

Por octavo año consecutivo y con todas las medidas de bioseguridad, el Panteón Metropolitano se recordó el Día del Mundo Unido por la Vida, un evento que permite honrar en familia la memoria de las personas que ya no están con nosotros.

La actividad se realizó por octavo año consecutivo , e inició a las 12h00 con una misa campal "oficiada" por Monseñor Giovanni Battista Picolli. Una vez finalizado el evento, los asistentes participaron de la tradicional liberación de globos y la colocación de mensajes para sus seres queridos que ya no están entre nosotros, en el Árbol de los recuerdos.

Durante los meses de marzo, abril y mayo, los cementerios de la Junta de Beneficencia realizaron 3.760 inhumaciones y cremaciones, mientras que, en el mismo periodo del año anterior, la cifra fue de 1.118; por este motivo esta celebración tuvo un matiz especial, ya que por la pandemia la despedida eterna de nuestros seres queridos fue prohibida por medidas de seguridad, afectando emocionalmente a muchas personas que perdieron a sus familiares y amigos.

El Mundo Unido por la Vida, es una iniciativa liderada por la Asociación Gremial Latinoamericana de Cementerios y Servicios Funerarios (ALPAR), que se celebra simultáneamente en 24 países en cinco continentes y por octava ocasión se desarrolló en el Panteón Metropolitano, donde las familias y amigos se reúnieron en el camposanto para recordar, a través de la oración, a sus seres queridos.

Angelito, es el nombre que se le dio al primer NN que fue sepultado en uno de los 24 nichos que el Panteón Metropolitano de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, donó a la Arquidiócesis de Guayaquil para brindar una sepultura digna a aquellos niños que no llegaron a nacer.

La Junta de Beneficencia de Guayaquil, fiel a su misión de acompañar solidariamente a nuestra comunidad en sus momentos más difíciles, en conjunto con Memorial International, organización líder en innovación de servicios funerarios con 24 años en el mercado y más de 10 millones de protegidos en el mundo, han creado un PLAN DE ASISTENCIA FUNERARIA PREPAGO pensado especialmente para los clientes de TIA, y para aquellas personas que no suelen prevenir en este tipo de servicios.