Con una misa de exequias en la iglesia San José del Panteón Metropolitano, celebrada por monseñor Giovanni Battista Piccioli, director del movimiento Sí a la Vida, 98 bebés no nacidos recibieron cristiana sepultura en el Panteón Metropolitano de la Junta de Beneficencia.
El director de este movimiento además es guardián custodio de una de las tres campanas de “La Voz de los no nacidos”, símbolo bendecido por el papa Francisco.
La ceremonia, realizada en el marco del Día del Niño, además de honrar la vida de los niños en la fase prenatal, busca concienciar a las personas sobre la muerte perinatal es una realidad, aunque durante siglos ha sido silenciada y la expresión de su dolor incluso censurada.